En Defensa de la Diosa Quininí

DIOSAQUININI La Diosa Quininí y su Cerro está ubicado en jurisdicción del Municipio de Tibacuy, Departamento de Cundinamarca (Colombia), con una extensión aproximada de 18 km cuadrados. A pesar que ha sido declarado como área de reserva forestal según el Acuerdo número 0029 de mayo 5 de 1987 del INDERENA y ratificado por RESOLUCION No. 0122 DEL 15 DE JULIO DE 1987 del MINISTERIO DE AGRICULTURA, se encuentra en Peligro de Destrucción, si no se toman las medidas necesarias para su preservación, como la de ser declarado Reserva Natural Arqueológica.

En el Cerro Quininí (La Montaña de la Luna y de la Diosa Quininí), se encuentran sitios de gran interés natural y arqueológico como:

1. La Piedra del Parto en donde los guerreros Panches recibian a sus hijos.
2. La Piedra Lavapatas en donde los guerreros se purificaban para los ritos.
3. La Piedra del Gritadero en donde se realizaban danzas de poder.
4. La Cabeza del Indio, guerrero guardián de sus ancestros.
5. El Pico del Águila, vórtice de energía para trascender a los planos suprasensibles.
6. La Cueva de los Panches y la de Muhan en donde se realizaban ritos y los guerreros escondían sus tesoros.
7. El Bosque de Robles, nicho y hábitat para numerosas especies.

En el Regazo de la Diosa Quininí 1

Piedra del Parto, Cerro Quininí, Tibacuy (Cundinamarca).

Se entiende como Arte Rupestre, la manifestación artística realizada en roca natural o retocada en el sitio. Se puede decir que se divide en grabados (petroglifos), pinturas (pictografías) y grandes figuras en tierra (geoglifos).

En este caso se trata de petroglifos, grabados por la cultura Panche que compartía límite con las culturas Muisca y Sutagao.

Según la tradición y el decir popular, en esta bellísima piedra se llevaban a cabo rituales de nacimiento de los herederos de los guerreros Panches y ofrecimiento de sus hijos a la divinidad. Se observa que la piedra tiene forma de mujer pariendo y pareciera que la cabeza del bebé estuviera saliendo.

Podría representar la importancia que daba la cultura Panche al nacimiento, que dota a esta simbólica piedra de un valor sagrado: parece representar el nacimiento de un nuevo Ser que debe emprender un nuevo camino evolutivo.

Petroglifo antropomorfo que pareciera representar el nacimiento y desarrollo de un miembro del grupo. Representa la descendencia: la madre conectada al hijo que más tarde da origen al nuevo ser.

Según la creencia local, esta figura se trata de la espiral de destino o de la vida, es decir el alma individual conectada con el todo; el camino del guerrero hacia las dimensiones superiores del Ser (El levogiro circular representa el sendero del Guerrero que sigue su curso hacia el dextrogiro rotacional de la Tierra). Igualmente, podría representar la forma holonómica cuadridimensional de la conexion entre el Ser Humano y la Pachamama.

La forma espiral cuadrada podría representar los cuatro puntos cardinales y/o los cuatro elementos.

El hombre conectado con la espiral de la vida, a través de la cual el hombre viaja y se encuentra con su Yo interior.

En el Regazo de la Diosa Quininí 2

Piedra Ceremonial de Lavatorio.

Las interpretaciones son variadas, pero la más popular dice que es el lavatorio de pies de los guerreros Panches para sus rituales y que también era utilizada por el Chamán visionario como oráculo para guiar a su comunidad. Se puede observar la talla en la roca que da la impresión de una escalinata.

En la Tradición Panche, como también en otras culturas y tradiciones de Occidente, la purificación a través del agua era un paso importante para la armonización del Ser y el Espíritu. En este caso particular, el lavado purificatorio se hacía desde abajo hacia arriba, buscando facilitar la Senda del individuo y de la tribu, hacia la autorrealización.

Vista superior de la Piedra Ceremonial de lavatorio mal llamada "lavapatas".

Petroglifo en la Piedra del Gritadero.

Según el decir popular, esta piedra era utilizada para rituales de danzas de poder y de ofrecimiento a la deidad. Podría representar la evolución, la tribu alegre adorando a la Diosa Quininí y a Huancantanca o el Espíritu Dador de Vida.

El Ser conectado con la Espiral de la Vida.

Petroglifo antropomorfo en la Piedra del Grito. La representación de ciertos animales puede explicar las cualidades y conductas atribuídas a los guerreros. En este caso, podría ser una representación mística del Nahualt.

Petroglifo en la Piedra del Grito.

Podría representar La Tierra y su inherente tetradimensionalidad: Cuatro elementos, cuatro direcciones, cuatro estaciones, etc. Tentativamente, este tipo de figuras, usadas en discos rotatorios y en otro tipo de piezas, podría inducir estados alterados de consciencia.

Petroglifo zoomorfo de una rana en la Piedra del Gritadero.

La Rana como símbolo sagrado, suele asociarse con la abundancia y con la lluvia.

En el Regazo de la Diosa Quininí 3

Pico del Águila.

La leyenda local dice que entre el pico y el suelo hay un vórtice dimensional que fue puerta de entrada y liberación del espiritu de los guerreros Panches, quienes al lanzarse al vacío para no dejarse esclavizar de los invasores españoles, se convirtieron en águilas.

Vista lateral de la Cara del Indio.

Se dice que el Guerrero Guardián visible en la roca custodia el cementerio que se encuentra debajo de su rostro, donde se presume que descansan los restos de los ancestros Panches y tambien un lugar de ofrecimiento al Gran Espiritu.

La Diosa Quininí

La Diosa Quininí.

Diosa y Soberana del Templo de Cristal del Quininí y de la Reserva Natural Arqueológica del mismo nombre, de la Biblioteca Sagrada, de la Cueva de los Panches, de los petroglifos, del Pico del Águila y de la Piedra del Indio en Tibacuy. Eterna enamorada del Dios Fusacatán, Rey y Soberano del Cerro Fusacatán.

En este encuentro Amoroso, los Dioses depositaron uno de los más bellos tesoros que se encuentran en el Sumapaz: Los Templos de Luz, la Biblioteca Sagrada de los Panches, el Páramo del Sumapaz, el Valle de Fusunga o Fusagasugá y las maravillas de Pandi.

Puerta al Nahualt

Puerta al Nahualt

2005, Óleo sobre tela

80 x 60 cms.

En busca de la estrecha Puerta al Nahualt, la décima puerta, con la fuerza interna de la espiral de la vida suprasensible. Composición que muestra como la pirámide de la vida material, el tonal, está invertida con respecto al mundo suprasensible, el nahualt.

El Templo de la Cajita

El Templo de la Cajita, Pasca, Sumapaz, Colombia.

2005, Óleo sobre tela

80 x 60 cms.

Uno de los Templos de Cristal de Luz Infinita, que reina en el Páramo del Sumapaz, Cundinamarca, Colombia.

La Eclosión de la Vida

La Eclosión de la Vida

2005, Óleo sobre tela

90 x60 cms.

Los principios de la Luz y del Sonido fertilizando el arquetipo del super-óvulo, el cual se materializa a nivel sutil, en los diferentes cuerpos etéricos en el Océano Causal de la Vida.

El Akasha, el Quinto Elemento

El Akasha, el Quinto Elemento

2005, Óleo sobre tela

90 x60 cms.

El 5° Elemento, el principio de la Luz y del Sonido, los cuales se manifiestan en el entramado de la Visión Interna en infinitas ondas de Cristales de Luz, como en la Flor de la Vida y en el Oído Interno con sublimes y eternos sonidos, como el de la Caracola, la Campana y la Flauta.

Los Elementales

Políptico: Los Elementales: Aire (Rey Paralda).

2005, Óleo sobre Tela.

35 x 25 cms.

El Elemental del Aire, Sílfides, también llamado Prana, Ki y entre otros Chi, fuente de la energía vital, sin la cual la vida misma no tiene un segundo más de vida.

Políptico: Los Elementales: Agua (Rey Niksa).

2005, Óleo sobre tela.

35 x25 cms.

Los Elementales del Agua, Ondinas, los podemos ver en las fuentes naturales de agua. Igualmente, son fuente y origen de la vida y, son esenciales para despertar uno de nuestros poderes místicos: La Curación a través del Agua.

Políptico: Los Elementales: Fuego (Rey Djin).

2005, Óleo sobre tela

35 x25 cms.

Los elementales del Fuego, Salamandras, están como las Sílfides en todas partes y son esenciales en la eterna dualidad de la creación y destrucción. Son fuego creativo del espíritu del Hombre.

Políptico: Los Elementales: Tierra (Rey Ghob)

2005. Óleo sobre tela

35 x 25 cms.

Los Elementales de la Madre Tierra, Gnomos, nos permiten mantener nuestra naturaleza y la de nuestra Madre Tierra, sin la cuál no habría un soporte para la vida. Nos permiten desarrollar las virtudes del Servicio y de la Humildad.